Hoy, después de tu muerte me animo a tutearte porque estoy seguro de dos cosas: la primera es que ya estás en la historia grande de los argentinos y cada argentino es un poco dueño tuyo, Y así podemos tratarte de vos. La segunda es que ya estás al lado de San Pedro, donde entraste sin tocar tronera, y con el gran portero, vestido con sus mejores galas, esperándote en la puerta para presentarte al Grande.
Y porqué sé donde estás y con quién estás, es que me animo a pedirte que nos afloje la mano, que no nos pida cinco hombres justos para salvar la ciudad. Cuando vos estabas aquí, necesitábamos cuatro más y era muy difícil?. Dónde encontraremos cinco?. Aún en la casa del Padre es arduo encontrar cinco, cómo encontrarlos entre nosotros. Ya sé que El Tata nos dio de todo, pero los que reparten se quedan con la mayor parte y los niños que Él ama no comen, ni estudian, ni juegan lo suficiente. Son tierra fértil para sembrar las semillas de la desesperanza y luego recoger los frutos de la droga, el alcohol y la delincuencia.
Sé que hay que tener Fé, Esperanza y Caridad, pero Ricardo, vos que estás ahí no podrías pedirle que agregue algo mas: Protagonismo y Participación, para que tengamos mas cuidado en seleccionar nuestro gobernantes, que aprendamos a premiar y castigar, que aprendamos que cuando vendemos o regalamos nuestro voto estamos comprando la desocupación de nuestros hijos y la prostitución de nuestras hijas?.
Todos los argentinos te estamos llorando. Y sé que a vos te duele nuestro dolor, pero no podés hacer nada para remediarlo. Sé que nos has querido y nos has servido con dedicación y honestidad. Y como nos seguís queriendo pedí que nos tiren un cabo para zafar.
Sé que estás bien. Yo solo deseo que con Juan encuentren otros cuatro argentinos para hacer un sexto al truco y luego contar los cuentos que te gustan. Chau, Ricardo
SANTOS JACINTO DAVALOS
Nota: está nota es un Homenaje a Raúl Alfonsín.
Nota: está nota es un Homenaje a Raúl Alfonsín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario